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princesadehielo...

De mudanza

Haciendo caso a quien me ha aconsejado cambiar la imagen del blog, y dado que en Blogia tengo muchas limitaciones para ello, me he mudado a Wordpress, espero que os guste, de todas formas aun estoy experimentando el formato y todas sus opciones...en fin, os espero alli a todos los que me seguis....

He conseguido migrar alli todos los articulos publicados, aunque no los comentarios,de todas formas mantendre durante algun tiempo más éste, hasta la clausura definitiva.

Mi direccion sera a partir de ahora http://princesadehielo.wordpress.com

Una de princesas

Y es que la han enseñado bien. Sabe que si se pinta los labios de rojo, se pone el vestidito negro y los tacones más altos que tiene, resulta irresistible para los ojos de cualquier príncipe que se quedó en sapo. Porque, aunque se haga la tonta, sabe que es un arma de seducción masiva, creada por todas aquellas princesitas de cuento que perdieron sus finales felices en partidas de póquer contra las brujas malvadas. Porque aunque todas esas princesas ahora saben que están mucho mejor sin esos intentos de príncipes, a todas nos gusta torturar un poquito a las brujas. No vamos a negarlo todas tenemos una pequeña zorra por dentro...

 

A winter tale

- Si sigue nevando así, tu haces un agujero en el hielo y yo cojo la caña de pescar. Y antes de que nos demos cuenta, nos convertimos en esquimales.

- No, en esquimales no.

- ¿Por qué no?

- Porque los esquimales para besarse, frotan su nariz. Y a mi... a mi me gusta demasiado comerte la boca.

La lluvia guarda nuestro secreto

Cayendo de la luna..

Se cayó al suelo como quién se cae por primera vez, con prisas y asustada. Solía decir que no temía a nada pero se encontró con todos sus temores juntos en la baldosa contra la que fueron a dar sus esperanzas.
Una llamada que no llegaba y un mensaje que llegó demasiado tarde: decisivo, desesperanzador, demoledor. Lo poco que le quedaba estaba hecho añicos en alguna parte entre sus rodillas y su cuello. Ahora era lo que siempre había temido...

Cuando esperas algo durante tanto tiempo, no puedes perder más en plantearte si es real... aunque sepas que es una mentira piadosa, de esas que se cuentan para lograr nuestros objetivos sin dejar muchos muertos en el campo de batalla.
Él le regaló sus palabras como si no quedase nada más en su mundo que eso para compartir con ella. Con tantas ganas que parecía cierto. Con tanta necesidad que, a veces, asombraba.
Y ella le creyó porque no tenía nada que perder entonces. Solo unos brazos abiertos como puertas, de par en par, suplicando un cariño que empezaba a calentar su piel en los meses de invierno.
Era un favor mutuo que los dos se hacían, engañándose y mintiéndose, comprendiéndose y esperándose como si no fuese posible que sucediera de otra manera.
Fueron meses de promesas que nunca llegaron a cuajar, de esperanzas que se quedaban siempre en el marco de la puerta de aquella habitación que nunca llegaron a compartir. Fueron meses de silencios y llamadas desesperadas, que sonaban con esa melodía que parece de despedida y, a la vez, es un saludo hueco y marchito.

Y al final, ni sus sueños supieron sostenerse por más tiempo sobre aquellas mentiras tempranas y desproporcionadas. Se vieron a sí mismos como desconocidos y entendieron que el final no era más que el principio que habían creado. Estaban sentenciados desde que intercambiaron sus primeras palabras. Hay historias que nacen condenadas a morir prematuramente, historias que se inventan para llenarse de sufrimiento y penas, historias que se ejecutan como penas de muerte precipitadas.

Él encontró una historia que no estaba aún escrita ni decidida y ella se quedó esperando una llamada que nunca se realizó, como quién espera que el cielo se ilumine en plena noche. El olvido se coló entre esas sábanas con las que ella soñó enredadas entre sus cuerpos. Se fueron alejando cuando la verdad se presentó en esa realidad furtiva que les había abandonado hacía tanto tiempo. Las oportunidades habían fallecido entre sus dos besos y su hipocresía.

Un día ella escribió un mensaje con su rabia y el puñado de errores que había ido acumulando en torno a él... cuando él lo recibió supo dos cosas: que era demasiado tarde y que siempre había estado equivocado.

Después de aquello, nada.

Fácil y difícil

 

Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica.
Difícil es ocupar el corazón de alguien...


Fácil es herir a quien nos ama.
Difícil es curar esa herida...


Fácil es dictar reglas.
Difícil es seguirlas...


Fácil es soñar todas las noches.
Difícil es luchar por un sueño...


Fácil es exhibir la victoria.
Difícil es asumir la derrota con dignidad...


Fácil es admirar una luna llena.
Difícil es ver su otra cara...


Fácil es tropezar en una piedra.
Difícil es levantarte...


Fácil es disfrutar la vida todos los días.
Difícil es darle el verdadero valor...


Fácil es prometerle algo a alguien.
Difícil es cumplirle esa promesa...


Fácil es decir que amamos.
Difícil es demostrarlo todos los días...


Fácil es criticar a los demás.
Difícil es mejorar uno mismo...


Fácil es cometer errores.
Difícil es aprender de ellos...


Fácil es llorar por el amor perdido.
Difícil es cuidarlo para no perderlo...


Fácil es pensar en mejorar.
Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo...

 

 

¿Cúantos llevas?

Y de repente, te miras al espejo...y nada es como solia ser. Tu cabello amplía su gama cromática, tus ojos se hunden entre recuerdos, y tras cada peca hay una historia.....cada pliegue esconde un secreto, y en la comisura de tus labios, se esconden todos los besos que no distes....y te escuecen las heridas que ya cicatrizaron y cada vez cuesta más dañar tu piel....y los días se van dejando las horas por el camino...ya no duermes tanto, ni ríes tanto, ni sales tanto, ni te despreocupas tanto...y empiezas a estar mas, a parecer mas, a ser menos.... y sin darte cuenta, cambiaste el uno por el dos, el dos por el tres, hace poco cambiaste el tres por el cuatro....y algún día te quedarás sin números porque todos se te habrán ido escurriendo por los dedos y no puedes hacer nada para evitarlo...y entonces solo te quedaran los dias que sumaron, los que contaron y eso sí que está en tu mano...

¿Te apetece?

Póngame un plato combinado de "comerme el mundo con un par de huevos y patatas", gracias. Un poco de pan para mojar mi vida en él, sí, y toda el agua del planeta Tierra en un vasito de cristal por si me atraganto. Para llevar, por favor, que quiero hacer un picnic con los pies colgando de la luna.

Ahi estas tu...

Te despiertas. No ha sonado el despertador, pero lo mismo da, no lo necesitas, te despiertas igual. No es de dia aun. Puede que sea sábado o domingo o puede que martes. Son el mismo comienzo, pero con diferente final. Tus días, últimamente, se asemejan demasiado. Tus planes son sencillos: sobrevivir al día con la mayor dignidad posible. Aprovechar el tiempo para que, cuando llegue el lunes, no sientas que has desperdiciado un fin de semana más... aunque sabes que, hagas lo que hagas, será demasiado corto o poco intenso o demasiado anodino. Últimamente, no, hace ya bastante tiempo que nada te llena. Planeas sobre tu vida sin rozarla. Eliges entre un puñado de opciones, escoges qué paso dar entre los caminos posibles... pero, en tu limitada capacidad de escoger, no decides nada realmente. Lo sobrellevas. Has aprendido a aceptarlo.

 

A veces te levantas decidido y te gustaría que hoy fuese diferente. A veces oyes hablar de gente que lo ha conseguido. Cambiar, quiero decir. Pero cambiar no es fácil. Tienes cadenas de mayor o menor relevancia que te mantienen anclado a tu realidad. A esa rutina que te quema pero que, al mismo tiempo, te engancha. Tienes tu trabajo, tu familia, tus amigos.. Puede que no tengas nada y solo sea miedo. Puede que tengas todo y miedo al mismo tiempo. El caso es que te falta iniciativa. Te sobran medios, pero te faltan ganas. Sueñas a menudo con tu libertad, con viajes de largo recorrido, con tardes dibujadas bajo el sol, con canciones cantadas a dúo (te recuerdo Amanda), con hojas de libros que te transportaban a otro lugar... sueñas con esa vida inalcanzable que siempre has deseado, con todas esas experiencias que no te has atrevido a vivir de frente y de las que solo alcanzabas en definitiva a soñar. Y eso te deja confuso porque, de repente, no sabes quién eres y hacia donde vas, o lo que es peor, no quieres ver hacia donde vas. Te despiertas todos los dias a cierta hora de la mañana para cumplir con un trabajo que se ha convertido en la base de tu vida. Regresas a un ocio impuesto los jueves por la noche, al plato sobre la mesa, los veinte minutos de siesta... Y ves pasar los días cansados, iguales, tranquilos, clónicos. Aprendes a valorar los diez minutos menos de atasco del martes o la coca cola que derramaste sobre el suelo el martes. Te gusta la pasta de los miércoles, pero detestas el arroz con verduras del viernes. Sin darte cuenta, buscas diferencias que te ayuden a distinguir tus rutinas.

 

Y llega el fin de semana. Hay posibilidades. Hay ganas, hay tiempo, hay iniciativas... Parece que, por un momento, no existen los horarios. Y te levantas un poco mas tarde, desayunas, trabajas, comes, haces la siesta... y, cuando te quieres dar cuenta, el sábado ya es igual que otro dia. Los mismos planes que el anterior. Todo se repite. Estás atrapado en un bucle sin salida... y no te atreves a huir. Eres un prisionero de tu rutina. Eres un esclavo, una víctima y, sin embargo, no dejas de ser tu verdugo….

 

"...Déjate llevar, por las sensaciones
Que no ocupen en tu “vía”, malas pasiones.

Esa pregunta que te haces sin responder
Dentro de ti está la respuesta para saber.
Tu eres el que decide el camino a escoger
Hay muchas cosas buenas y malas, elige bien...". Chambao

 

 

 

Dejate convencer

 

Yo soy esa mujer...

Que sonríe desde que se levanta...

Que le gusta desayunar en la cama…

Que disfruta mirando el mar…

Que odia la soledad involuntaria…

Que necesita un abrazo cuando llora…

Que quiere ser ella misma…

Que aprende observando… 

Que camina descalza por su casa…

Que canta cuando se ducha…       

Que sufre con la traición…

Que se ríe de ella misma…

Que está llena de contradicciones…

 Que cree en el amor a pesar de los fracasos…   

Que duerme sin ropa…

Que busca su príncipe azul…

Que tiene su maleta siempre lista para marchar a cualquier parte…

Que mira las estrellas y sueña despierta…

Que pasea sola por la calle…

Que hace la payasa sin importarle dónde, cuándo, cómo ni con quién….                                

Que salta cuando está contenta…

Que se para cuando ve un niño…

Que baila, baila y baila hasta las mil…  

Que olvida el motivo de la discusión si la callan con un beso…

Que sabe que el silencio cómodo es otra manera de hablar…

Que llora con las comedias románticas…

Que cuando la besan cierra los ojos y se le eriza la piel…

Que valora la amistad por encima de todo…

Que estornuda tres veces seguidas…

Que ama intensamente…

Que tiembla cuando siente frío, miedo ó placer…

Que intenta parar el tiempo cuando está con la compañía deseada…

Que piensa que el sexo es decir te quiero con el cuerpo…

Que lucha por sobrevivir y ser feliz….



…….mira que casualidad si yo fuera tu mujer y la duda de haberte dado luz, no te deja dormir nunca….

Sin pasarnos nada, nos paso de todo.

Nos pasó el tiempo, las ganas, las fuerzas, los momentos. Nos pasó el instante que duró aquel beso. Nos pasó la lluvia sobre los cristales, nos pasaron las mentiras, nos pasaron los silencios. Y también pasó, sobre nosotros, un bello recuerdo.

Nos pasó que no entendimos bien las reglas del juego. Nos pasó que lo forzamos hasta romperlo. Nos pasó que no supimos luego comprenderlo. Y allí se quedo, acabado, muerto. Tú y yo nos marchamos, por calles opuestas, lejos…aún más lejos. Nos pasó entonces la vergüenza, el miedo.

Y aunque ya no lloro, a veces recuerdo como eran las lágrimas en mis ojos secos. A veces me pasa que al mirar al cielo, regresan los días… más que mudos, sordos. Y pasa entonces que en mi mente pienso que, sin pasarnos nada, nos pasó de todo.

¿Trato hecho?

¡Te propongo una cosa!

Entra en mi vida sin hacer ruido....sin que pueda darme cuenta.

Y quedate en ella como si nada... como si siempre hubieses estado....como si nunca te hubieras ido.

¿¿Trato hecho??

Una cita

 

Ella lo invitó a cenar a su casa. Así se sentía más segura, controlando el medio. Sus pasos no serían torpes, sabría perfectamente dónde dirigirse y qué hacer en cada momento.

El aceptó la invitación. Así la conocería un poco más, observando sus cosas. Sus fotografías le hablarían del pasado y sus cuadros, libros y música, de sus gustos e inquietudes.   

Ella se movía como pez en el agua, él la observaba embelesado…

 

Ella: ¿Sabes? Quedas muy bien en mí sofá (y rió a carcajadas)

Él: ¿Sabes? Quedas de maravilla en mí vida (y dejó de sonreír)

 

El había aceptado su invitación...Ella sintió miedo...

 

Despertando a la realidad

Como la mayoría de las veces, ni siquiera fue consciente de la realidad. Empezó a pasar mucho antes de que los hechos delatasen sus intenciones, mucho antes de que dejase de pasar... mucho, muchisimo antes de que ella escribiese la primera línea... y al final, cuando no quedaba ni un suspiro que exhalar... supo que todo lo que había hecho, todo lo que nunca hizo, había tenido un único destino. Ese era su final. Y se resignó porque comprendió que el destino es el más mortal de los enemigos, que puede crear imposibles y terminar con cualquier sueño. Se rindió ante la evidencia, cedió a las circustancias... y, soltando el bolígrafo sobre la mesa de cristal, aceptó que quizás nunca fue quién pensaba, que solo había jugado a los disfraces con la suerte de su mano, que ya era hora de enfrentarse a la realidad sin ropa, sin mentiras... y aceptar que no era, que nunca sería lo que siempre había soñado ser...

Nada es eterno..

Estos tres dias atras he estado pensando en el pasado. No en el pasado en sí, no en los recuerdos... he estado pensando más bien, en todo lo que hubo en mi vida que se fue marchando poco a poco. Hay cosas que se escapan tan despacio que no te da tiempo a enterarte. Hay cosas que se van de golpe, de un portazo... y te dejan con cara de sorpresa y los ojos clavados en una puerta que no volverá a abrirse. Al menos no la abrirá esa mano, ya no más.

He estado pensando en alguien que fue importante para mí. Que fue risas y fue sueños. Alguien a quien le hice alguna que otra promesa. Y quien me prometió a mí. Alguien que estaría siempre, que no se iría... que tendríamos mil días más para compartir secretos. Y yo le creí y sé que el me creyó a mí porque, entonces, era verdad. Entonces no era solo una promesa: era una certeza, la fe ciega que yo tenía en nosotros,... mi absoluta convicción.

Luego pasó el tiempo. Pasaron los años o, quizás, solo pasaron las cosas... y las intenciones se fueron agotando. La fe ya no era tan ciega y los recuerdos eran cada vez más tristes. Había días de lluvia en los que me sentaba frente a la ventana y me ponía a pensar como pasaba la vida: como gotas sobre el cristal, unas llegan hasta el final y otras se van agotando a la mitad.

Comprendí entonces que nada era eterno. Que la verdad del hoy podría ser la mentira del mañana... y que cualquier mano, sobre el fuego, termina por quemarse.

Ahora prefiero no hacer promesas aunque, sin poder evitarlo, siempre se me escapa alguna... aunque son más bien deseos, ganas... son más bien sueños que tengo y que no quieren quedarse atrapados en mi garganta. He aprendido a vivir con los recuerdos, a no borrarlos, a comprenderlos... ahora sé que ellos no son culpables del paso del tiempo, de la distancia o de los silencios. Ahora sé que ese alguien ya no está, estuvo. Y no hay odio ni rencor, no hay rabia, no hay pena... solo hay un ayer y un ahora. En el ayer quedan sus sonrísas, su compañía, aquellas promesas que hicimos con total certeza... en el ahora queda la indiferencia, las miradas que se esquivan y las ganas que tenemos, a veces, de volver a ser completos desconocidos para no tener que mirarnos a los ojos sabiendo todo lo que un día fuimos.

Tan simple como eso

Cuando menos te lo esperas, el pasado se cruza contigo y te mira a los ojos directamente. Entonces, ya no se trata de lo que fue... todo se reduce a lo que es. De un modo u otro, comprendes que todo lo que te queda es el presente. Y, en realidad, no necesitas más, pues el pasado debe ser un trampolín, no un sofá.

 

Una vez quisiste saber cuál era la diferencia. Creo que, a veces, no se trata de comparar... se trata de aprender a distinguir. Darse cuenta de que no todo es lícito, de que no todo está bien... de que no se puede disculpar eternamente una actitud cuya principal víctima eres tú misma. La mayoría de las veces, la principal diferencia es la más insignificante porque el detalle más nimio se convierte en el más vital a la hora de elegir.

 

Entonces, en ese preciso instante comprendo que yo nunca quise ser. No me enfrentaba a la realidad con los ojos abiertos. Buscaba ciegamente un refugio a lo absurdo de mis actos, a esa parte de mi que no me comprendía. Hasta que me di cuenta de que, por incoherente que resulte, todos los puentes que tendía para huir, terminaban en el mismo camino. Me alejaba en dirección a mis errores. Repetía constantemente un patrón, achacando mis desgracias a actos ajenos cuando la única responsable era yo misma y mi incomprensible manía de dar patadas, descalza, a la misma piedra. Vivía entre imposibles para tratar de olvidar lo imposible de mis emociones. Buscaba la manera de convertir en realidad mis sueños, sin darme cuenta de que yo no quería vivir la realidad... porque vivía atrapando sueños.

 

Tú eres la diferencia. Es tan simple como eso.

Su eterno quieroynopuedo

Ella va y viene como una tormenta, como una ráfaga de aire mal encarada. Va y viene, me eleva y me tira al suelo. A veces consigo levantarme y otras me quedo allí tirado, esperando que regrese la calma. Y siempre la echo de menos, aún cuando está. No es fácil querer así, bruscamente. No es fácil querer a alguien a quién también desearías muchas veces no haberla conocido. Pero yo la quiero. La quiero más de lo que sé hasta la fecha. Sé que la quiero más allá de lo que conozco porque, a veces, me encuentro con un pie en lo desconocido y aún la siento dentro. Está clavada en mí, como un tatuaje en mi alma. Y duele, duele mucho. Duele tanto o más que su olvido. Me duele cada suspiro que da, cada palabra que dice, cada silencio que me entrega. Ella me duele más que la vida y eso, eso no se cura con tiempo... eso no se cura con nada porque no es una enfermedad, es una condición... soy yo.

Está siempre, en todo. Como un fantasma, un espectro. A veces pienso que no es real y entonces viene y me golpea o, peor, me da un beso. Entonces todo se derrumba. Empiezan a caer escombros del techo al suelo y yo sé que no va a quedar nada en pie, que con ella se va todo. Ella es la única que sabe como causar un seísmo en mi corazón. Ella acaba conmigo cada día y solo ella sabe como recomponerme. Un día de estos se olvida y yo me quedo ahí, lo juro, me quedo ahí tirado esperando a que vuelva.

Ella no es como las demás, ella no es como nada que yo haya podido conocer antes. Ella es fuerza y es vitalidad, es ganas y esperanza. Ella es ese algo, ese pensamiento que te abre los ojos cada mañana y te empuja a salir de la cama. Verla sonreír, llorar o reír a carcajadas. Me conformaría solo con verla dormir. Mis ojos la buscan como si de droga se tratara. Soy adicto a su presencia, lo sé, pero no quiero rehabilitarme.

Alguna vez se ha ido más de un día, más de dos... dice que se ha cansado de deambular a mi alrededor sin encontrar nada coherente, nada real. Dice que no me quiere como antes y que no quiere volver a verme. Yo la creo. Siempre la creo porque yo también a veces desearia no verla, no puedo con ella... Es como un virus pero de los peores, de los que no tienen cura. Cuando nos alejamos todo se vuelve un poco peor y yo me digo que voy a estar mejor pero nunca lo estoy. Siempre estoy peor sin ella, siempre. Y luego vuelve. Como si nada, como si tal cosa. Como si ayer hubiésemos estado tirados en el sofá charlando mientras me hace un masaje en los pies. Ella vuelve y pone mi mundo patas arriba. Y mueve la cucharilla del café al revés como si eso fuera normal, como si no importara. Y yo la sigo la corriente sin dudarlo porque sé que, con ella, todo es diferente y no hay normas allí donde viven sus labios.

Y con todo esto, en el fondo sé que al final la perderé del todo, porque lo que ella necesita y quiere, yo no se lo puedo dar...y llegara un dia, en que me sienta mas cansado, con mas años y descubra que mi ansiada y buscada felicidad tenia nombre: el de ella.

"Nos dijimos mentiras piadosas al oído. Lanzamos al aire promesas que nunca pensamos cumplir. Y creímos, sobre todo, creímos en nosotros y en aquel amor que parecía real pero era solo una mentira más, una mentira entre tantas otras..."

Incoherencias surtidas

Hoy es un dia de “brainstorming”….o sea, cien mil ideas y pensamientos agolpándose en mi mente e intentando llegar a ser algo lógico y con coherencia. Hoy me viene a la mente que querer es poder y si uno esta en una situación es porque quiere, porque no es tan difícil actuar en consecuencia, porque la vida son dos días y como dije anteriormente, cada año que pasa tiene menos días y porque la felicidad es una obligación, un derecho que tenemos todos. Hoy pienso en aquellos que se “lamentan” de la situación en la que están, pero que cada dia que pasa no hacen nada por cambiarla, hoy pienso en aquellos que prefieren hacerse las victimas, en vez de reconocer que la vida que viven cada dia es la que eligen cuando se levantan cada mañana, porque la decision esta en sus manos, no en como actuen o dejen de actuar los demás….hoy pienso que me alegro de ser como soy, que me alegro de ser consecuente conmigo misma sin que me invadan las lagrimas, que yo no soy ni segundo ni tercer plato, que yo soy el primero, el segundo, el postre, el café y la copa, que no merezco menos que eso. Hoy pienso que uno se equivoca una vez, pero debe de aprender para no volver a hacerlo, porque sino de que sirven las caídas. Hoy pienso que no hay mayor satisfacción que dejar de estar para ser. Que cada amanecer es diferente y con ello cada dia, y por ello no nos podemos perder nada, porque cada dia es irrepetible, vendrán otros, pero el mismo no. Que tenemos en nuestra mano el poder decidir gran parte de nuestra vida y que todo seria mas bonito si estuvieras compartiéndolo conmigo, pero que si no es asi, yo seguire buscando mi Dorado, mi Grial, mi piedra filosofal, porque en la búsqueda a veces esta el camino…Hoy pienso que esta noche esta en nuestras manos decir alguna verdad, que ya, que ya mentimos a diario…que yo también arrastro una cadena de sueños pero yo elijo vivir, sentir, vibrar....

Dejar de estar, para ser..

 

Yo podría seguramente haber llegado más lejos del lugar donde me encuentro ahora mismo. Podría haber sido más. También podría haberme quedado a medio camino o haber sido menos. Y me sigue incomodando que la vida me adelante por la izquierda. El pie ahora más que antes, en el pedal de freno, para prevenir las heridas inesperadas. Me dejo llevar y, cada vez más veces, elijo mis propios pasos. Alguna vez me siento como si alguien apuntase mi sien con un arma cargada. Su munición: miedo. Y cada uno de mis silencios confirma mi teoría. Yo solo soy la composición de mis circunstancias. La vida que he vivido ha reflejado en mi su experiencia. No sé quién soy exactamente porque nunca soy dos veces la misma persona. Cambio constantemente porque soy un poco lo que me rodea y otro tanto lo que vivo.

Yo puedo ser la obligación que a las 6:35 me despierta cada mañana pero también puedo ser un sueño cumplido de madrugada en el castillo de Lliria.. Y, aunque hago intentos por definirme, sigo sin identificarme con los números y la letra de mi DNI. Me siguen poniendo triste los finales y mis rodillas aún tiemblan ante un principio. Los cambios los entiendo a medias y, a veces, hasta terminan por gustarme. Me encojo más a menudo de lo que debería pero también he aprendido a crecerme ante las adversidades. Consigo las pequeñas cosas del dia a dia y dejo las grandes para un futuro sin tantas complicaciones.

Si pudiera elegir, probablemente volvería a elegirme a mi misma. No tanto por costumbre como por convicciones. He terminado por sentirme agusto en mi piel. Y mientras tanto, pasan tantas cosas a mi alrededor que me faltan ojos para verlas todas. Los acontecimientos se precipitan y los años cada vez duran menos días. Recuerdo que alguien más viejo y más sabio que yo me lo advirtió hace tiempo. Entonces el ritmo era demasiado lento y yo tenía demasiada prisa. Nadie lo habría entendido. Hay cosas que solo se pueden comprender cuando se vive dentro de ellas.

Ya no me conformo con estar porque yo ahora lo que quiero de la vida es ser. Cansada de ver como me deshumanizan a diario para convertirme en una identificación estándar o en un número más de la Seguridad Social, yo a la vida ya solo le pido la humanidad que me han robado. Quiero ser y que otros sepan quién soy. Quiero sentirme viva y que el calor de un cuerpo me abrigue en las noches frías, quizás el tuyo, quizás el del príncipe azul que aun no ha llegado. Ser humana, ser mejor o peor de lo que pensaba, ser más valiente o más cobarde, más sensata o más loca... ser, a fin de cuentas, eso es lo que quiero, dejar de estar para poder ser. Y si lo puedo compartir, quizás la princesa de hielo se convierta en la princesa de fuego…

Porque toda nuestra vida no es más que este momento

Tú duerme, sabes que me gusta verte dormir. No quiero que te preocupes del mañana, no deseo que recuerdes el ayer. Todo lo que nos incumbe descansa entre estas sábanas arrugadas, entre tus pies fríos y mis manos calientes. Y, si me abrazas esta noche, todo lo demás no será más que aire.
Duérmete en mí como si yo nunca hubiese dejado de pertenecerte. Méceme en la cuna de tus pensamientos y vuelve a tiempo para recuperarme. No me dejes darme por vencida, no te rindas. Y, si aún te quedan fuerzas, sóplame con todas tus ganas... hasta que mis preocupaciones se desvanezcan... hasta que tú y yo nos quedemos solos en este colchón de sueños que poco a poco hemos ido amoldando a nuestras ilusiones.
Mírame con los ojos cerrados, como si pudieras verme... como si ni la oscuridad ni la Luna fuesen capaces de atraparnos hoy. Y yo encontraré mi refugio en el envoltorio que forma tu cuerpo contra el mío, sé perfectamente que el tuyo se ahoga entre los latidos de mi corazón y los silencios que fijo a propósito. Te dejo con la duda de saber si hoy dormiré pensando en ti. No confieso por no caer vencida ante ti... pero sé que sabes que todo lo que alguna vez he podido ser, te lo debo a ti.
No dejemos que los fantasmas del día a día se cuelen por la ventana de la habitación. Juntos de la mano podremos mantener este techo firme, el suelo en su sitio y las ganas intactas. No me prometas futuros que no se mantienen en pie. Prométeme, si quieres, que me amarás toda la vida... porque toda nuestra vida, no es más que este momento. Toda la vida que me queda somos tú y yo arropados, abrazados y solos. Y mañana quizás amanezca o tal vez permanezcamos dormidos en este sueño que nos contiene sin entendernos.